ENERGÍA PIRAMIDAL

16.09.2013 22:47

Más allá del enigma faraónico, energía piramidal
Por Ligia Fernández


Las pirámides (del griego piro: "fuego", y amid: "estar en el centro") son cuerpos geométricos que han sido venerados desde las culturas
antiguas.


Los egipcios vieron en estas construcciones una manifestación de su poder, de la estabilidad de su civilización. Desde la misma antigüedad puede hablarse de una
fascinación por unas construcciones cuya comprensión y función en la cultura
que las creó, la faraónica, ha ido en aumento en los últimos años y de forma inevitable siguen siendo objeto de muchas y variadas especulaciones.


Pero no solo por eso se destacan como monumentos en las civilizaciones egipcias y mayas.


Diversas personas han podido constatar que dentro de las pirámides, cerradas o abiertas, suceden curiosos fenómenos: las pilas secas se recargan por sí solas, el agua resulta más pura, los alimentos duran más tiempo, las semillas germinan antes, los dolores disminuyen, los chicos se tranquilizan, la meditación es más profunda, la agilidad mental aumenta, el impulso sexual es más fuerte, los procesos naturales de curación se aceleran.

Otros han observado ventajas para el estudio, los deportes, la restauración de los filos de las navajas, la afinación de instrumentos musicales, el abandono de vicios, la comunicación, las artes...


Estudiosos de la piramidología precisan que dentro de ellas se genera una concentración y circulación de energía que comienza en cada uno de los cinco vértices y confluyen en el área central. En esta área las moléculas absorben las
vibraciones por medio de la resonancia y, al aumentar la energía, comienzan a expandirse... Así, incrementa la circulación hasta saturar la pirámide, para luego salir hacia la atmósfera circundante.

Las pirámides deben ubicarse en lugares donde penetre la luz solar y alejarse de corrientes eléctricas, radios televisores, equipos de música, antenas, etcétera. Estos impiden el libre flujo de energía hacia los objetos, personas u otros seres vivos que se hallan cerca, además de emanar iones positivos, es decir, energía negativa.


Los materiales más adecuados para su construcción son el cristal, el bronce, el cobre, el aluminio, entre otros. Las de gran tamaño pueden realizarse con papel o cartulina. Solo deben ajustarse a las medidas en escala con respecto a la gran pirámide de Keops. Su tamaño variará de acuerdo con la necesidad. Una vez
construida, deberá orientarse mediante una brújula con sus caras hacia los cuatro puntos cardinales. La orientación norte-sur es la correcta, puesto que esta línea magnética lleva la energía que, al pasar por el centro de la
pirámide, comienza a generar un campo de fuerza que es el que actúa sobre el elemento o problema a tratar.


La zona de máxima energía se sitúa en el centro de la pirámide (su tercio inferior), al que se denomina Cámara del Rey.


LA ENERGÍA PIRAMIDAL EN CUBA


Desde la década del 80 el país comenzó a mostrar interés por esta novedad científica, así el vocablo "Energía Piramidal" resulta un término cada vez más familiar para los cubanos relacionado con el mundo de la energía y
específicamente de la Bioenergía.


El doctor Ulises Sosa Salinas emprendió, hace unos años, la aplicación de la energía piramidal con fines terapéuticos. Algunas personas asociaban su trabajo a prácticas oscurantistas,pero él, con una labor paciente en la revisión de fuentes bibliográficas, de experiencias internacionales y propias, se encargó de despejar las incógnitas.


Una demostración en Holguín echó por tierra toda duda. A mediados de 1998, durante una Jornada Nacional de Ortopedia, tuvo la oportunidad de afianzar los efectos curativos de la técnica.


Desde hacía meses la doctora Pura Avilés, profesora de larga experiencia en anestesia y compañera de curso junto con el eminente ortopédico Rodrigo Álvarez Cambras,
sufría un dolor e inflamación a nivel del tubérculo de Lisfranc en su mano derecha que le impedía realizar sus labores habituales.


El doctor Álvarez Cambra al tomarle la mano y comprimirle la zona afectada percibió en ella signos de dolor. El doctor Sosa colocó una pirámide de aluminio de 29 centímetros de base y lados iguales correctamente orientada hacia el eje norte-sur magnético de la Tierra.


La doctora-paciente a los cinco minutos informó sentirse cierto cosquilleo (parestesia), a los 10 percibió sensación de pérdida de sensibilidad
(hipotesia) y de levitación, y transcurridos cinco minutos después fue retirada la pirámide con la consiguiente conclusión: al explorar nuevamente el doctor
Álvarez Cambras la zona afectada comprobó la ausencia del dolor e inflamación.


El doctor Ulises Sosa elaboró un libro: Energía Piramidal Terapéutica ¿Mito o realidad?, en el cual explica su aplicación en la esfera de la salud, basado en el restablecimiento del balance energético de la persona enferma mediante suministro de la energía vital según su necesidad, a partir de la energía magnética concentrada en el centro de la pirámide.


Hoy por hoy, servicios importantes de Medicina en Cuba aplican esta energía piramidal: La práctica de este tratamiento alternativo iniciada en el policlínico Centro de la Ciudad de Camagüey, es llevada a la Clínica de
Medicina Natural y Tradicional del Instituto Superior de Ciencias Médicas Calos
J. Finlay, donde permite asegurar excelentes resultados en el proceso de dolores e inflamación del sistema osteo-mioarticular (SOMA), incluyendo, afecciones propiamente quirúrgicas como el dedo resorte, el Síndrome de Túnel
Carpiano y la Enfermedad de Querrain.


Asegura su extensión a patologías de otros sistemas como el asma, la hipertensión, y en afecciones dolorosas e inflamatorias de partes blandas no relacionadas directamente con el SOMA, con acciones analgésicas, antinflamatorias, bacteriostáticas, miorrelajantes y sedantes. La ansiedad y la depresión,
escabiosis, herpes simples, úlceras duodenales, pépticas y varicosas, agotamiento extremo, ciatalgia, migraña, dolores articulares, cervicitis,
cefaleas, síndrome del túnel carpiano, psoriasis, bursitis, conjuntivitis, hernia hiatal, hipertensión, dermatitis, artrosis, gastritis, sacrolumbagia, artritis.


El doctor Meneleo Montenegro Díaz, y las doctoras Lázara Perdomo e Ismar Hernández, alcanzaron un producto denominado crema piramidal, que se logró atrapando la energía piramidal en un excipiente graso. Tras aplicarlo en casos de alopedia ariata, obtuvieron resultados positivos en el tratamiento.


Desde el 96 la energía piramidal se introdujo en las cuatro clínicas estomatológicas de Matanzas. El agua piramidal demostró sus poderes antisépticos, antinflamatorios
y cicatrizantes. Investigaciones realizadas por la doctora María A. Ruiz, de Cárdenas, le dieron su voto contra patologías como gengivitis, exposición pulpar, hiperestesia.


Los estomatólogos matanceros comprobaron además, la efectividad de la energía piramidal en la conservación del filo de las fresas del areotor; en tanto la
doctora María Isabel Mestre, de Ciudad de La Habana, obtuvo buenas noticias en
este campo de la exploración con la cooperación del Instituto de Investigaciones de Materiales (este trabajo fue presentado en el IV Taller Nacional de la Energía Piramidal en el año 1998).


En Sancti Spíritus tuvieron experiencia en pacientes con desórdenes de la psiquis, la disminución  e incluso erradicación de las crisis epilépticas en niños.


El especialista de segundo grado en Ortopedia y Traumatología, Master en Medicina Natural y Tradicional, presidente de la Filial Provincial de Ortopedia del Consejo de Sociedades Científicas en Camagüey y profesor del ISCM dice
finalmente: "La terapéutica piramidal ha venido, como anillo al dedo, a brindar un tratamiento no solo alternativo, sino francamente electivo a patologías frecuentes en las consultas diarias de especialistas y médicos de la
familia."